lunes, 11 de mayo de 2009

El tema de la nacionalidad

El tema de la nacionalidad
Julio Mariñez Rosario
El desarrollo del Derecho en los países Hispanoamericanos se distingue, entre otros temas, por el de la nacionalidad. Allí nuestros juristas y legisladores han dictado cátedra en cuanto a reconocerle un sol y una patria a quienes nacen en nuestras latitudes.
La Constitución de Chile establece que son chilenos “los nacidos en el territorio de Chile, con excepción de los hijos de extranjeros que se encuentren en Chile en servicio de su Gobierno, y de los hijos de extranjeros transeúntes”. En el caso de “los naturales de Colombia, con una de dos condiciones: que el padre o la madre hayan sido naturales o nacionales colombianos o que, siendo hijos de extranjeros, alguno de sus padres estuviere domiciliado en la República en el momento del nacimiento”. Costa Rica: “El hijo de padres extranjeros nacido en Costa Rica que se legaliza como costarricense, por voluntad de cualquiera de sus progenitores mientras sea menor de edad, o por la propia hasta cumplir veinticinco años;… “Son panameños por nacimiento: Los nacidos en el territorio nacional...” dice la Carta Magna del Istmo. “Son mexicanos por nacimiento: Los que nazcan en territorio de la República, sea cual fuere la nacionalidad de los padres…”
La de Brasil, aún fuera del ámbito Hispanoamericano, dice así: son brasileños: “los nacidos en la República Federativa del Brasil, aunque de padres extranjeros, siempre que éstos no estén al servicio de su país”.
Las mayorías de las constituciones de América latina tienen un ordenamiento en la materia muy similar.
La Asamblea Revisora está reformando la Constitución de la República Dominicana. Uno de los temas importante es el de la nacionalidad y particularmente el de los hijos de haitianos nacidos en nuestro territorio. Existen todo un catalogo de principios referidos a los Derechos Humanos los cuales suscribimos como Estado soberano. Pero a la hora de discutir un tema puntual, prevalece en el criterio de algunos legisladores el compromiso con sus pasiones. El ser humano considerado, como nación cristiana, es igual. En términos morales, “desde el punto de vista de la bondad o malicia” tal como especifica el Diccionario de la Real Academia Española, no podemos rechazar extender la mano a quien lo necesita. Respetando estrictamente el alcance de las Constituciones de ambos países.
Quienes tenemos convicción socialdemócrata comulgamos con el principio de solidaridad. Nuestro pueblo ha tenido que emigrar en variadas circunstancias y siempre ha encontrado en tierra lejana un espacio amigo para desarrollar nuestra capacidad y supervivencia. No son pocos los hijos de dominicanos que dan lustre a países hermanos, como nacidos en esos territorios. Debemos pensar en eso a la hora de legislar, con sabiduría, humildad y dignidad hacia lo interno.
Existe un punto de equilibrio entre el ser y el deber ser. A ese punto de equilibrio no se puede llegar de espalda a los principios que han consolidado nuestra nacionalidad. Somos un país de hermanos, muchos llegados allende de los mares, otros más cerca. De allí que tomar decisiones ligeras por todo el pueblo dominicano, sin una consulta ámplia es un error político que la historia imputará a quienes hoy lo cometan.
La Asamblea Constituyente es el camino legítimo para modificar nuestra Carta Magna. La Asamblea Revisora es legal, mas no legitima. Muchos serán los gazapos y acusaciones, que recaerán sobre los asambleístas que forman parte de este cuerpo élite, que se abroga el derecho de decidir el futuro constitucional de nuestro país. El mal todavía puede evitarse. De lo contrario, ¡que Dios nos agarre confesados!

miércoles, 29 de abril de 2009

Las venas abiertas de Puerto España

Las venas abiertas de Puerto España
Julio Mariñez Rosario

"La V Cumbre de las Américas sin ser perfecta se acercó a la perfección” expresó Hugo Chávez. El tema de Cuba fue central en la reunión y el Presidente de Venezuela le regaló a Barak Obama un ejemplar en ingles del libro del uruguayo Eduardo Galeano Las venas abiertas de América Latina. La intención del mandatario es que “aprenda de la historia”. El libro, en su edición en ingles, versa sobre el saqueo de los recursos naturales que sufrió Latinoamérica desde el siglo XV hasta finales del XX. Chávez aprovechó la reunión de Obama con los presidentes de la Unasur, para acercarse y hacerle entrega del libro y estrecharle la mano, foto que circulo profusamente en la prensa internacional. Se lo dedicó con la siguiente frase: “Para Obama con afecto”. Luego afirmó que “este libro es un monumento en nuestra historia de América Latina. Es para aprender de la historia, sobre esa historia tenemos que reconstruir “.
¿Cuál fue la reacción del norteamericano? “Yo creí –dijo- que era un libro del propio Chávez. Estaba a punto de darle uno de los míos”. Así se expresó ante los periodistas mostrando sorpresa ante el obsequio.
Algunas cosas podemos puntualizar tras un primer análisis de la cumbre. La respuesta de Obama ante el regalo de Chávez dice mucho. Contrapone el deber ser de un mandatario, frente a la incesante insensatez que caracteriza a muchos de nuestros representantes.
Luego, mientras el mundo se debate en una crisis económica de proporciones abrumadoras, nuestros líderes están pendientes de lo que ocurrió durante el siglo XIX o principios del XX. Cierto que debemos tenerlo presente para evitar caer nuevamente en situaciones que atentan contra nuestra soberanía. Debe servirnos de enseñanza para avanzar. Pero a algunas camarillas pareciera que les agrada más el enrostrarle el pasado a un Presidente de los EE.UU. que no había nacido cuando Fidel Castro entró en La Habana tras la huida de Batista.
El presidente Obama ha hecho un planteamiento refrescante de apertura y reciprocidad, el régimen de Cuba tiene el balón en sus pies, llegó la hora de la verdad, ¿Cuba quiere que EE.UU. normalice sus relaciones diplomáticas y comerciales? o por el contrario ¿será una posición estratégica de Cuba para mantener el cerco que le tiene
EE. UU; para sustentar la gobernabilidad, desde su óptica ideológica?
Se esforzaron algunos mandatarios en solicitar el reingreso de Cuba a la OEA. De su lado, los hermanos Castro anuncian al mundo que no tienen interés en ingresar al sistema interamericano y promueven una agrupación sin los EE. UU.
O sea, se sigue planteando una política internacional sobre la base del rencor y el resentimiento. Como estrategia para negociar su nuevo posicionamiento en la OEA, es entendible el planteamiento del régimen fidelista, pero en el marco de la realidad y el pragmatismo situacional, esa posición no es viable, si valoramos la importante presencia de: Brasil, México, Argentina, Colombia, Perú y demás países Latinoamericanos, entendiendo además, como una realidad insoslayable la presencia e influencia geográfica de EE.UU. como principal locomotora de la economía mundial.
Otra cosa es que, acogiéndonos a la apertura que plantea el Presidente Barack Obama, los países signatarios de la OEA, garanticen su espacio frente a EE. UU, con un desempeño regional, de igual a igual, no como ocurre hasta ahora, que la OEA ha sido, por su obsecuencia, una Federación de Colonias de Norteamérica, marcando con una vara y dos medidas a sus Miembros.

Mientras temas como las migraciones y las remesas de alto interés para países como Ecuador, los Centroamericanos, Colombia y la República Dominicana, entre otros, sencillamente no han tenido cobertura de prensa, lo que sugiere que no fueron de primer orden en la cumbre.
Poco o nada se habló de la crisis financiera mundial y sus efectos sobre el hemisferio, el medio ambiente, intercambio comercial y otros que tienen relación directa con el bienestar económico y social de nuestros pueblos.
Es relativo que la cumbre “se acercó a la perfección”. Quizás Chávez añoraba una foto con Obama, como los niños sueñan con los personajes de Disney World, mientras Manuel Rosales, alcalde de Maracaibo, ex gobernador de Zulia y ex candidato presidencial de Venezuela, busca asilo político en Lima, Perú.
Todo indica, que la vena abierta de América Latina, sigue sangrando, y como consecuencia de la desigualdad y la exclusión, dijeron presente, en diferentes épocas y formatos sociales, para la historia, adalides y patricios continentales como el cacique Enriquillo, José Martí, Gregorio Luperón, Cesar Sandino, Farabundo Martí, Camilo Torres, Fidel Castro, Che Guevara, Juan Bosch, Rómulo Betancourt Manolo Tavárez, Francis Caamaño, José Fco. Peña Gómez, Ignacio Lula da Silva, Evo Morales, Rafael Correa, Michell Bachelet, Alan García, y López Obrador, entre otros, para recordar que la vena sigue abierta a la esperanza vindicadora.
La oleada producida por el desafío de las izquierdas sudamericanas, las razones del colapso del sistema financiero internacional y el grito al cielo que
pegaron los grandes centros bancarios del mundo, pidiendo ayuda y regulación a los gobiernos de sus países, dejó confirmado, que el Socialismo Democrático es el camino franco para la gobernabilidad, en la sociedad del siglo XXI.

miércoles, 8 de abril de 2009

La Constituyente

La Constituyente
Julio Mariñez Rosario

El pueblo dominicano exige a voz alzada una Constituyente. Un parche mal colocado que responde a intereses parciales hará más daño a la sociedad que el remedio que pretende aplicar.
La Constituyente debe ser la expresión del pueblo que, de manera soberana, genere los cambios estructurales que la sociedad exige.
El pueblo constituido en Asamblea Nacional Constituyente, democráticamente elegida y con poder suficiente para decidir qué principios e instituciones extinguirá, ratificará, modificará o diseñará, bajo principios de general aceptación, como la preservación de la democracia y la instauración de un sistema de gobierno en el que se privilegie la justicia diáfana e igualitaria, el derecho a elegir y ser elegido, la orientación social de la actuación del Estado y principios que garanticen la libertad, la igualdad y la solidaridad entre los dominicanos y dominicanas.
La Constituyente viene a ser, en definitiva, la voluntad de un pueblo para organizar políticamente a la nación.
Establece las bases del pacto político y su expresión en la distribución de las ramas del poder público y sus relaciones con el ciudadano.
El pueblo es dueño de ese derecho, es titular del mismo y por tanto, al constituirse en poder constituyente soberano, es originario y tiene la potestad de refundar la república sobre bases de participación democrática.
De allí que el poder constituyente es originario. O sea, lo ejerce directamente o a través de representantes elegidos.
Pero, finalmente, mediante referéndum debe aprobar o rechazar lo actuado por sus representantes.
El poder constituyente es unitario, ya que abarca todos los poderes del Estado y establece el mecanismo de la división de los mismos y la formula de balance entre los poderes.
El poder constituyente es permanente, ya que es el pueblo accionando en función de la organización del Estado.
Así que debe garantizarse la viabilidad de su convocatoria cuando la situación lo amerite.
Es inalienable, en función de su origen y poder.
No puede ser manipulable ni permitir que elites liquiden su potestad de diseñar el Estado que amerite la sociedad.
De allí que los poderes constituidos, los que día a día dirigen la sociedad, tienen su base en el poder constituyente y los primeros no pueden ni limitarlo ni dotarle de una determinada configuración que imposibilite su potestad.
En el poder constituyente descansan todas las facultades y competencias constituidas y plasmada en la Constitución.
Pero esa Constitución no puede castrar al poder constituyente. El pueblo, la nación, sigue siendo el basamento de todo el andamiaje político, la fuente de toda la fuerza, no subordinanda nunca.
El poder constituyente originario parte de una revolución apoyada por la nación.
Tiene algunas limitaciones, aunque parezca contradictorio.
La idea del derecho natural esta fuera del ámbito del poder constituyente, por la sencilla razón de que los derechos fundamentales del hombre no pueden ser violentados por ningún poder. El principio de la división de poderes, asumido como dogma por el constitucionalismo liberal moderno, debe mantenerlo la Constitución producto de la Constituyente, ya que es la forma y manera de garantizar los principios de democracia y justicia social que son inherentes al derecho natural.
El principio de legitimidad está íntimamente ligado al de democracia como una naturaleza lógica de la misma. El pueblo debe tener una intervención, aunque sea representativa, y el objeto ha de ser una Constitución que instaure, sostenga o refuerce la democracia; el objeto de la Constituyente ha de ser una Constitución que sea realmente democrática y no un disfraz de autocracia, como ocurre hoy en día en algunos países sudamericanos.
Siempre hay la posibilidad de convocar el poder constituyente democrático y soberano.
Hoy el PLD le hace una trastada al pueblo y a la historia de República Dominicana imponiendo una reforma constitucional deficiente y hecha a la medida del presidente Fernández. El PRD tiene que fijarse como meta conquistar los espacios legislativos que permitan imponer la fuerza del pueblo y el justo derecho de reconstruir el aparato del Estado dominicano sobre la base de un poder constituyente democrático, soberano y orientado por principios de participación y justicia social.
Publicado en el Listín Diario, 08/04/2009

miércoles, 1 de abril de 2009

La Asamblea Revisora

La Asamblea Revisora
Julio Mariñez Rosario

La Asamblea Revisora, satanizada por Leonel Fernández durante el cuatrienio 2000-2004, y tomada ahora como arma estratégica para acomodar la posibilidad de su repostulación, en el año 2012, basándose en la debilidad por el desequilíbrio estructural de nuestro Congreso Nacional, aprovechándose la manera de aparcería sin requisito curricular, como son escogidos los legisladores del país, siendo así, en la Asamblea Nacional, el 82% lo representan los diputados y el 18% los senadores.
Esto significa claramente que esta asamblea la gobiernan mayoritariamente los diputados, ejerciendo su espíritu de cuerpo, con un real desequilibrio para un consenso parlamentario juicioso. De manera insolita, el trabajo lo harían; 210 asambleístas revisores para una agenda de 10 millones de ciudadanos.
¿Es justo pues, que en el marco de la debilidad institucional que tenemos en nuestro país, se pretenda hacer una nueva Constitución, en donde solo participen 210 ciudadanos(as) dominicanos(as) en vez de acogernos a una constituyente ya consensuada, en que se exprese la población dominicana entera?
Durante el cuatrienio 2000-2004 Leonel Fernández fue quien hizo de principal vocero del PLD, defendiendo la Reforma Constitucional a través de la Constituyente. Hoy iza la bandera de su conveniencia y la rechaza. El error cometido con la Reforma Constitucional anterior, no puede justificar, que la clase política siga hacia el despeñadero institucional, pensando en protección de los grupos y no en el País. Hipólito Mejía de manera franca y honorable, reconoció su traspié.
Todos conocemos los resultados de la “Alta Comisión de Juristas” que creó el Presidente Fernández para preparar un borrador de Reforma Constitucional, y que en consulta a la población, el 68% aprobó la Asamblea Constituyente.
El Presidente hizo caso omiso al borrador que le entregó la Alta Comisión de Juristas, con la modificación y adecuación de los 122 artículos de la actual Constitución, y en cambio, envió su borrador personal, que es una nueva Constitución con 245 artículos. En el contenido de esta Constitución el presidente Fernández propone hacerse un traje a la medida, para presentarse a la reelección nuevamente con un truco de cámaras y juego de espejos, en donde tanto: la clase política, la Alta Comisión de Juristas, los prospectos presidenciales del PLD, como los de la oposición, cree él, que somos neófitos ó mongólicos.
A partir del proyecto de la Constitución presentada por el Presidente Leonel Fernández, y aprobada por los legisladores del PLD, todas las violaciones, corrupción, inseguridad pública y abusos de poder, cometidos por el gobierno peledeísta hasta hoy, serán legalizadas por la aplanadora de Leonel y es pa¥lante que van.
Pero, ¿se quedará de brazos cruzados el liderazgo emergente, que espera oportunidad en la alternabilidad democrática del poder, en las diferentes formaciones políticas y sociales del pueblo dominicano? Lo dudo!!!

jueves, 12 de marzo de 2009

Hipólito Mejía

Hipólito Mejía
Julio Mariñez Rosario

El tiempo es un catalizador eficaz. Hoy vemos los gobiernos dominicanos del siglo XIX desde otras perspectivas. No estamos inmersos en el fragor del combate político de ese momento. El manejo de una mayor cantidad de data nos permite una cosmovisión que nos ayuda a considerar elementos que en el instante, o no se conocían, o se ponderaban de manera diferente.
La vida política de Hipólito Mejía será estudiada por los historiadores del futuro con un lente distinto al de los analistas actuales. Al llegar a la Presidencia, el PRD tenía doce años fuera del poder y no hacia mucho tiempo la muerte nos había arrebatado a nuestro más grande líder, el compañero José Francisco Peña Gómez. El partido en ese momento era una especie de confederación de tendencias y existió una decisión de integración que dio como resultado un indiscutible triunfo electoral y luego, ya con el presidente Hipólito Mejía, la mayoría de las individualidades pasó a formar parte del gobierno, dándole oportunidad al amplio espectro en que se había transformado el PRD.
Hipólito comenzó obras importantes, en cada provincia, en la mayoría de las comunidades de la República Dominicana. Fue su visión desde el poder, de cómo llevar la mano amiga del presupuesto público a cada rincón de la patria. Enfrentó la más terrible crisis financiera que haya vivido la república, con la quiebra de bancos y una devaluación de la prima del dólar, bestial. Se arriesgó a seguir adelante con los Juegos Panamericanos, lo que suponía una inversión descomunal para un país como el nuestro. Reto del que salimos airoso gracias a la tenacidad del Presidente del Comité Olímpico Dominicano; Dr. José Joaquín Puello y su equipo, ofertándole al continente y al mundo unos juegos signados por excelencia.
Entre tantos valiosos compañeros y amigos que rodearon al presidente Mejía, una minoría le inculcó el fantasma de la reelección que mucho daño nos hizo. El presidente Mejía se mantuvo, como consecuencia de esto, prácticamente con el mismo gabinete, durante sus cuatro años de mandato. Pocos cambios y donde había que colocar sangre nueva, se dejaba al titular aunque fuese público y notorio que perjudicaba la gestión. Un concepto avieso de la amistad que tanto menoscabo le hizo al país y al PRD. Finalmente, su empeño en repostularse, contraviniendo el compromiso histórico antirreleccionista del PRD y el legado de Peña Gómez, compartido por la mayoría del partido, marcó su huella. Con mayoría en los poderes del estado y visualizando su interés, el presidente Hipólito Mejía, pactó con el partido reformistas y les entregó una desproporcionada parte del poder, que los perredeístas habíamos ganado con el voto popular, como fueron; la Cámara de Diputados, la Liga Municipal Dominicana, el Ministerio de Industria y Comercio, Embajadas, Consulados, entre otros favores políticos. El 16/05/04, los votos reformistas no aparecieron, la estrategia colapsó, sin embargo de nuevo se monto el acuerdo PRD-PRSC, para el 2006, los peledeístas lo peyorizaron como la “Alianza Rosada”. Aquel ingenio disminuyó nuestras fuerzas y fracturó sensiblemente la unidad interna del partido. Así transitamos hacia las elecciones generales del 16/05/08. Al aproximarse las elecciones presidenciales a principio del mes de marzo, se motorizó un encuentro-almuerzo en la ciudad de Santiago de los Caballeros, en casa de un amigo común, de Hipólito Mejía y el entonces candidato presidencial del PRSC, se trataba de que Hipólito recabara el preacuerdo de apoyo a la candidatura presidencial del PRD, representada en Miguel Vargas Maldonado, pero Amable Arísty se negó rotundamente. Hipólito hizo su acto de contrición.
En un encuentro de días anteriores a este acontecimiento, una versión de “garganta profunda” informó, que el candidato reformista había pactado con el Presidente Fernández en el Palacio Nacional, un acuerdo, de no llegar a acuerdo, con Hipólito Mejia y el candidato del PRD, sin embargo la candidatura de Miguel Vargas Maldonado, obtuvo un importante 40.48%. El partido sin embargo, aun no desarrolla una oposición firme, con planteamientos sólidos, irrefutables, buscando avanzar en el camino de fortalecer la unidad, en la diversidad de las corrientes internas, como única vía, que garantiza la participación de todos sus componentes, para ganar las elecciones.
Es fundamental el trabajo de orfebrería política, que deben seguir desarrollando los y las perredeístas, para recuperar el poder en los años 2010 y 2012. La buena voluntad de los lideres emergentes como: Miguel Vargas y Luís Abinader entre otros, y la experiencia, carisma y derechos adquiridos, que es dueño el ex presidente Mejía, proyectan la operación que necesita el PRD, para triunfar. Honremos la mayoría en democrática, porque ¡conciliar es ganar e Hipólito como nadie, lo sabe!
Publicado en el Listín Diario, 11/03/2009

lunes, 2 de marzo de 2009

Los 27 años de Juan Vicente Gómez

Los 27 años de Juan Vicente Gómez
Julio Mariñez Rosario

Juan Vicente Gómez ha sido el dictador quien gobernó más tiempo a Venezuela y dejó una marca que trascendió a toda la América Latina y el Caribe. Pero conversando con amigos venezolanos, uno se da cuenta que tras el fin de la dictadura, en menos de una generación, muy poco quedó de lo instaurado por el régimen gomecista.A los pocos días de haber fallecido, el pueblo de Caracas y Maracay asaltó las propiedades de la familia y de los dirigentes más reconocidos del gobierno del difunto. Todo a pesar de que el sucesor era el Gral. Eleazar López Contreras su Ministro de Guerra y Marina (1936-41). Pero el peso de la exigencia de cambios y reivindicaciones, no lo podía torpedear el nuevo mandatario, quien era miembro, siendo muy joven, del grupo original que conquistó el poder a finales del siglo XIX, con Cipriano Castro a la cabeza.
Al poco tiempo se conquistó la libertad de prensa, se permitían manifestaciones y selegalizaron partidos políticos. Solamente se prohibían las organizaciones comunistas y por ello fueron expulsados del país connotados líderes políticos.Todo el andamiaje de persecución, cárcel y asesinatos fue útil para mantener al déspota en el poder en un país caribeño que era parte del juego geopolítico de una época en que el petróleo y el Canal de Panamá eran piezas de importancia. De eso sabemos los dominicanos, quienes sufrimos en carne propia la suerte de nuestra ubicación geográfica.
Hoy Venezuela transita por un nuevo régimen signado por el autoritarismo. Con unpopulismo de izquierda que le han llamado “Socialismo del siglo XXI”. Claro está,moderno, que utiliza los recursos del poder no de la manera primitiva y bestial como lo hacía su antepasado Juan Vicente Gómez, sino aplicando nuevas técnicas de control político y social. Se criminaliza la disidencia, argumentando que los presos no son políticos, sino políticos presos. El famoso caso del maletín contentivo de 800,000 dólares que salpican al Gobierno argentino, no se ventila en Venezuela, pero se le apertura un juicio al candidato presidencial opositor, Manuel Rosales, porque en su administración como gobernador del estado Zulia le donó a los policías vehículos retirado y sin valor, o sea chatarra, de la policía. Mientras el presidente Chávez regala cien tractores a Honduras, camionetas blindadas a Evo Morales y plantas eléctricas a Nicaragua, entre otros donativos.
Las denuncias de abuso de poder son tema cotidiano en Venezuela. Al eurodiputadoespañol Luis Herrero lo expulsaron del país de manera tan abrupta que al llegar alaeropuerto no tenía el pasaporte y fue necesario que una comisión policial fuera al hotel donde estaba hospedado a fin de buscar los documentos y su equipaje. El uso de los recursos del Estado en las últimas elecciones fue grotesco y se llegó al colmo que la prensa entrevistó a un grupo de observadores internacionales, representantes de países Centroamericanos y del Caribe, teniendo uno de ellos una gorra con propaganda chavista.
Le preguntaron al representante de la República Dominicana, que opinaba del delegado internacional, quien estaba físicamente a su lado, sobre el uso de la propaganda y el señor representante del gobierno peledeista dijo que él no veía nada. Eso se pudo ver en la televisión internacional y dejó muy mal representado a nuestro país.Pero tal como ocurrió con el régimen de Juan Vicente Gómez, en el hermano puebloVenezolano la democracia no perecerá, saldrá de esta pesadilla y en poco tiempo sedisolverá todo ese sistema de alienación y fuerza, sostenido por una cuenta alimentada por los aún altos precios del petróleo. Más temprano que tarde ese país regresará al concierto de las naciones democráticas y seguirá su camino en la construcción de su realidad. Para nosotros, lo importante, es que la experiencia obtenida por el observador dominicano no siga el camino errático del gobierno del del PLD, que ya tiene en su haber bastantes registros de abusos en función de mantenerse en el poder, solo por el poder.
Reflexionemos en las orientaciones del ex primer ministro ingles Benjamín Disraelí que dijo; “Dos errores no dan una razón”. No necesitamos remontarnos al ejemplo democrático que nos legaron los patricios y pensadores; Víctor Raúl Haya de la Torre, Rómulo Betancourt, José Figueres y Luís Muñoz Marín, entre otros. Aquí tuvimos el buen ejemplo de Juan Bosch y de José Fco. Peña Gómez, de lo que debe ser democracia en libertad.
El socialismo democrático se está imponiendo en la región de Latinoamérica y el Caribe, y los ejercicios de gobiernos de izquierda como el de Brasil y Chile, son el paradigma a seguir!
Publicado en el Listín Diario, 27/02/2009

domingo, 4 de enero de 2009

Aprendamos de Heródoto

Aprendamos de Heródoto
Julio Mariñez


Heródoto (Halicarnaso, 484-425 a de C.) fue el primer historiador que le asignó a los seres humanos el protagonismo en la historia. Luego, otros han colocado determinismos que anulan el libre albedrío como la facultad decisoria selectiva. En el análisis y en el planteamiento doctrinario debemos evitar los extremismos. Es una lección que debemos aprender. Todo planteamiento político tiene que tener como materia prima, a los hombres y mujeres en sociedad.
Antes de Heródoto, los dioses de la mitología, los seres sobrenaturales y las supersticiones, eran los autores de la historia. Eran como los solistas, donde los hombres éramos parte del público. Heródoto se ocupa de las personas, la historia la hacen los individuos actuando en el colectivo. Peca de sectarismo, sí, pero nos deja una enseñanza y una guía: la primera, la historia que construimos todos los días no depende de los dioses; somos los seres humanos quienes construimos nuestro destino.
En su inmortal obra “Historias”, narra con objetividad las Guerras Médicas entre Persia y Grecia. Se esmera en el detalle curioso de los pueblos y sus individualidades. Es todo un tratado de historia, etnografía y geografía de su época. Por ello se ganó el título de padre de la historia.
El enfoque humano de Heródoto se puede resumir en muchas de sus sentencias. “Dad todo el poder al hombre más virtuoso que exista, pronto le veréis cambiar de actitud.”, es una píldora de sabiduría sobre el comportamiento generalizado de los hombres. En otras, encontramos un poema de humanidad: “Ningún hombre es tan tonto como para desear la guerra y no la paz; pues en la paz los hijos llevan a sus padres a la tumba, en la guerra son los padres quienes llevan a los hijos a la tumba.”
Esta visión de la sociedad y de la historia, en la cual el centro es el hombre, ha tratado de ser borrada por los determinismos. Desde estas perspectivas, se imponen las nociones de dogmatismo, regularidad, fatalidad, mecanicidad, lo definitivo. Mientras que la probabilidad, libertad, azar, indeterminismo, son los elementos preponderantes en la posición humana de la historia y de cómo construir hoy nuestro futuro.
Estas variantes deben ser tomadas en cuenta con mucho cuidado en las organizaciones sociales y particularmente en mi partido, el PRD. Estamos frente a una invasión de ideas que pretenden devolvernos al pasado, a la década de los sesenta. Se pretende revivir la Guerra Fría, glorificar la dictadura del proletariado y ensalzar regímenes dictatoriales violatorios de los derechos humanos como el de la extinta Unión Soviética o sus seguidores, entre los cuales no existe la posibilidad de disentir sin ser sometidos a privaciones de los derechos ciudadanos, no hay libertad de expresión, no se permite la libre circulación o difusión de medios de comunicación que garanticen a la gente el derecho de opinar. Todo, acompañado de una teoría que reivindica un determinismo económico anacrónico, por haber fracasado estrepitosamente en la orbita de la izquierda radical.
De allí que nuestra concepción del socialismo democrático, que sigue demostrando su vigencia en medio de la actual crisis mundial, debemos preservarla e impedir que quinta columnistas se aprovechen de nuestra vocación pluralista, para, utilizando las armas de la democracia, acabar con la imbatible fuerza del perredeísmo, que descansa en las ideas socialista democrática, las cuales han tenido una renovación contemporánea, enriquecida en la Región de América Latina y el Caribe, por el precursor de ese pensamiento político en nuestro país; José Francisco Peña Gómez; sufrido, creativo y fiel, a su ideario de reivindicar al Pueblo Dominicano, hasta el último día de su vida.
¡¡Loor y gloria, patricio de la historia inmortal!!







Publicado en el Listín Diario, 04/01/2009