martes, 26 de julio de 2011

LA MIOPIA EN POLITICA

El término miopía lo tomamos en préstamo de la medicina y según la Real Academia Española significa “defecto de la visión consistente en que los rayos luminosos procedentes de objetos situados a cierta distancia del ojo forman foco en un punto anterior a la retina.” Dicho en pocas palabras: “cortedad de alcances o de miras.”

En política abundan los ejemplos de actuaciones con objetivos de alcance limitado, con consecuencias desastrosas. Una característica propia de las democracias consolidadas es mantener fuertes partidos políticos, estructurados y con cultura donde predomina el derecho del militante, más allá de la opinión que divulgó en los eventos internos. Ese derecho es inmutable. Muchas veces candidatos que lucían ganadores, han perdido por la mala actuación en sus respectivas campañas, o por la debilidad de la cultura democrática.

Otros ejemplos lo dan las organizaciones políticas en su conjunto. Claro, no debemos olvidar que los partidos políticos son agrupaciones de hombres y mujeres quienes toman las decisiones y en muchos casos, todo depende de un caudillo dominante.

En las recientes elecciones en el Perú los candidatos Luis Castañeda, quien en el 2010 renunció a la alcaldía de Lima que detentaba desde el 2003 para postularse a la presidencia, Alejandro Toledo, ex presidente 2001-2006 y Pedro Pablo Kuczynski, ex primer ministro de Toledo, fueron incapaces de ponerse de acuerdo y darle al país una opción presidencial que representaría a la mayoría, según fueron los resultados de la primera vuelta electoral.

En las elecciones de 1998 en Venezuela, los partidos no fueron capaces de conformar una formula que representará una opción a los venezolanos frente a la entonces emergente candidatura de Hugo Chávez. Lo lograron parcialmente faltando dos o tres semanas antes de las elecciones y se vio como una suerte de compromiso electoral que no comprendía un programa de gobierno aceptable para el electorado. Los resultados en ambos ejemplos son del conocimiento público,.

Al principio del escrito afirmamos la necesidad de partidos democráticamente fuertes como fundamento de sociedades que ejerzan plenamente los derechos consagrados en las democracias. Gran Bretaña, quien exhibe con orgullo ser la democracia ininterrumpida más antigua del mundo, le pone mucho cuidado a velar porque siempre allí exista tanto un fuerte, estructurado y democrático partido de gobierno como uno de oposición. Algo similar pasa en EEUU. Se da el caso que un partido varias veces retiene el poder cambiando de gobernante aún dándose las reelecciones que permiten sus leyes. Esto último se ha visto recientemente en las 4 mayores repúblicas latinoamericanas: Brasil, México, Argentina y Colombia. En todos esos países, al igual que en Uruguay, la unidad oficialista ha sido capaz de ganar una nueva elección pero cambiando de líder.

En Chile y El Salvador sendos frentes partidistas con variación de candidatos gobernaron por lustros hasta que fuerzas opositoras lograron acceder al poder.

Todo esto tiene un mínimo común denominador; La trasparencia democrática. En los casos de Perú y Venezuela los partidos se debilitaron, sus estructuras se relajaron y la vocación democrática a lo interno disminuyeron peligrosamente. Los ejemplos del APRA y AD son evidencias notorias.

En los otros ejemplos, los partidos han sabido conservar una cultura a lo interno que gravitan sobre el electorado permitiéndole ser reflejo de la sociedad democrática que, con sus deficiencias, viven en esas naciones.

Difícilmente se obtienen triunfos sin la participación activa de la militancia toda en unas elecciones. Participar significa “compartir, tener las mismas opiniones, ideas, etc.”, Con deberes y derechos, con compromiso. O sea, ser parte integral de algo. Nuestra campaña aquí, en la República Dominicana, a la luz de la experiencia vivida dentro del PRD, con la escogencia de su boleta presidencial, en los años 1986 y 1996, la medición de las encuestas del momento y los resultados desafortunados para nuestro partido, pueden ser, el mejor consejero para guiarnos con visión y misión diferentes, que den al país, un gobierno reivindicador y honrado.

La miopía, no debe cegarnos con halagos y pretensiones inferiores, para el año 2016. Busquemos sin tapujos la Presidencia de la Republica en el 2012, y es Hipólito Mejía, quien tiene que tomar el toro blanco por los cuernos y hacer la unidad, para que no nos lamentemos todos, ¡después!
juliomarinezrosario@gmail.com

domingo, 3 de julio de 2011

¡QUE LA PROVIDENCIA OBRE!

Ver al Comandante Hugo Chávez Frías, golpeado por la terrible enfermedad que lo aqueja nos invita a reflexionar sobre lo causal en la vida. Hoy, a medida que el hombre amplía la frontera del conocimiento, se pone de bulto contradicciones que parecieran inescrutables y que solo la providencia explica en su momento.

Hace sólo un mes el presidente Chávez realizaba una gira por varios países de la América del Sur y se recreaba confiado, fuerte, orgulloso de sus logros en materia de influencia en la región. El triunfo de Ollanta Humala en Perú ratificaba su influencia en ascenso. De pronto, silencio total y tras varias semanas de expectativas, un Chávez disminuido físicamente, anuncia que ha sido sometido a par de intervenciones quirúrgicas y en una de ellas han extirpado un tumor con células cancerigenas.

En 1999 Chávez gana las elecciones en Venezuela y poco a poco va desarrollando una política basada en la confrontación y odio de clases, en vez de aprender de Felipe González y Luis Ignacio Lula desata, en cambio, los demonios del resentimiento social colocando a pobres contra clase media y ricos. Estatizaciones, invasiones de haciendas de todos los tamaños, incautación de fabricas, ocupación forzosa de desarrollos habitacionales, expropiación de plazas comerciales, en fin, toda una política orientada a reducir la clase propietaria y presentarse como redentor de los oprimidos, aunque el país deje de producir comida o manufacturas. Para eso hay dólares petroleros, para suplir la producción nacional con importaciones y los desempleos que se causan, son paliados con programas asistencialitas que también se financian con la renta petrolera.

La ciencia avanza a pasos agigantados y entre sus disciplinas la medicina. La mecánica cuántica, por ejemplo, afirma que hay 11 dimensiones y que existen Universos paralelos, la misma ciencia admite hoy en día estas probabilidades. Eso hace unos años era imposible de pensar. La psicología igualmente ha dado pasos firmes en descubrimientos que ayudan al ser humano en su desarrollo y calidad de vida. Hoy se afirma que los pensamientos hostiles descomponen el sistema nervioso cerebral, los sentimientos inarmónicos estremecen al gran simpático y las acciones disonantes molestan a los sistemas muscular y óseo.

Un presidente tiene atención médica permanente y de gran calidad. El diccionario de la Real Academia Española define somatizar como “transformar problemas psíquicos en síntomas orgánicos de manera involuntaria.” Me dice un especialista amigo que el caso de una persona que cabalga su vida sobre el potro del resentimiento tiende a sufrir depresiones y estas, a la larga, generan enfermedades terribles. Hay ejemplos pasados muy ilustrativos.

Sin pretender hacer comparaciones, pero me llama la atención la gran humildad y grandeza el caso de: Gandhi o de Nelson Mandela, quien estuvo preso 27 años para salir de la cárcel, llega a la presidencia de su país y, contrario a otros experimentos africanos, convocó a la paz y a la armonía. Hoy Mándela, con más de 90 años, disfruta de ver una Sudáfrica floreciente que se da el lujo de organizar una Copa Mundial de Fútbol.

Ojala, que la invocación que ha hecho “ Hugo Chávez a Jesucristo el Hijo de Dios,” lo rediman y que al regresar a su país, ejerza una democracia verdadera, no una comedia como ha ocurrido hasta ahora y que su reflexión lo lleve a ser un mejor hombre para Venezuela y para el mundo..

Julio Mariñez Rosario es Vicepresidente del Partido Revolucionario Dominicano


juliomarinezrosario@gmail.com