miércoles, 29 de abril de 2009

Las venas abiertas de Puerto España

Las venas abiertas de Puerto España
Julio Mariñez Rosario

"La V Cumbre de las Américas sin ser perfecta se acercó a la perfección” expresó Hugo Chávez. El tema de Cuba fue central en la reunión y el Presidente de Venezuela le regaló a Barak Obama un ejemplar en ingles del libro del uruguayo Eduardo Galeano Las venas abiertas de América Latina. La intención del mandatario es que “aprenda de la historia”. El libro, en su edición en ingles, versa sobre el saqueo de los recursos naturales que sufrió Latinoamérica desde el siglo XV hasta finales del XX. Chávez aprovechó la reunión de Obama con los presidentes de la Unasur, para acercarse y hacerle entrega del libro y estrecharle la mano, foto que circulo profusamente en la prensa internacional. Se lo dedicó con la siguiente frase: “Para Obama con afecto”. Luego afirmó que “este libro es un monumento en nuestra historia de América Latina. Es para aprender de la historia, sobre esa historia tenemos que reconstruir “.
¿Cuál fue la reacción del norteamericano? “Yo creí –dijo- que era un libro del propio Chávez. Estaba a punto de darle uno de los míos”. Así se expresó ante los periodistas mostrando sorpresa ante el obsequio.
Algunas cosas podemos puntualizar tras un primer análisis de la cumbre. La respuesta de Obama ante el regalo de Chávez dice mucho. Contrapone el deber ser de un mandatario, frente a la incesante insensatez que caracteriza a muchos de nuestros representantes.
Luego, mientras el mundo se debate en una crisis económica de proporciones abrumadoras, nuestros líderes están pendientes de lo que ocurrió durante el siglo XIX o principios del XX. Cierto que debemos tenerlo presente para evitar caer nuevamente en situaciones que atentan contra nuestra soberanía. Debe servirnos de enseñanza para avanzar. Pero a algunas camarillas pareciera que les agrada más el enrostrarle el pasado a un Presidente de los EE.UU. que no había nacido cuando Fidel Castro entró en La Habana tras la huida de Batista.
El presidente Obama ha hecho un planteamiento refrescante de apertura y reciprocidad, el régimen de Cuba tiene el balón en sus pies, llegó la hora de la verdad, ¿Cuba quiere que EE.UU. normalice sus relaciones diplomáticas y comerciales? o por el contrario ¿será una posición estratégica de Cuba para mantener el cerco que le tiene
EE. UU; para sustentar la gobernabilidad, desde su óptica ideológica?
Se esforzaron algunos mandatarios en solicitar el reingreso de Cuba a la OEA. De su lado, los hermanos Castro anuncian al mundo que no tienen interés en ingresar al sistema interamericano y promueven una agrupación sin los EE. UU.
O sea, se sigue planteando una política internacional sobre la base del rencor y el resentimiento. Como estrategia para negociar su nuevo posicionamiento en la OEA, es entendible el planteamiento del régimen fidelista, pero en el marco de la realidad y el pragmatismo situacional, esa posición no es viable, si valoramos la importante presencia de: Brasil, México, Argentina, Colombia, Perú y demás países Latinoamericanos, entendiendo además, como una realidad insoslayable la presencia e influencia geográfica de EE.UU. como principal locomotora de la economía mundial.
Otra cosa es que, acogiéndonos a la apertura que plantea el Presidente Barack Obama, los países signatarios de la OEA, garanticen su espacio frente a EE. UU, con un desempeño regional, de igual a igual, no como ocurre hasta ahora, que la OEA ha sido, por su obsecuencia, una Federación de Colonias de Norteamérica, marcando con una vara y dos medidas a sus Miembros.

Mientras temas como las migraciones y las remesas de alto interés para países como Ecuador, los Centroamericanos, Colombia y la República Dominicana, entre otros, sencillamente no han tenido cobertura de prensa, lo que sugiere que no fueron de primer orden en la cumbre.
Poco o nada se habló de la crisis financiera mundial y sus efectos sobre el hemisferio, el medio ambiente, intercambio comercial y otros que tienen relación directa con el bienestar económico y social de nuestros pueblos.
Es relativo que la cumbre “se acercó a la perfección”. Quizás Chávez añoraba una foto con Obama, como los niños sueñan con los personajes de Disney World, mientras Manuel Rosales, alcalde de Maracaibo, ex gobernador de Zulia y ex candidato presidencial de Venezuela, busca asilo político en Lima, Perú.
Todo indica, que la vena abierta de América Latina, sigue sangrando, y como consecuencia de la desigualdad y la exclusión, dijeron presente, en diferentes épocas y formatos sociales, para la historia, adalides y patricios continentales como el cacique Enriquillo, José Martí, Gregorio Luperón, Cesar Sandino, Farabundo Martí, Camilo Torres, Fidel Castro, Che Guevara, Juan Bosch, Rómulo Betancourt Manolo Tavárez, Francis Caamaño, José Fco. Peña Gómez, Ignacio Lula da Silva, Evo Morales, Rafael Correa, Michell Bachelet, Alan García, y López Obrador, entre otros, para recordar que la vena sigue abierta a la esperanza vindicadora.
La oleada producida por el desafío de las izquierdas sudamericanas, las razones del colapso del sistema financiero internacional y el grito al cielo que
pegaron los grandes centros bancarios del mundo, pidiendo ayuda y regulación a los gobiernos de sus países, dejó confirmado, que el Socialismo Democrático es el camino franco para la gobernabilidad, en la sociedad del siglo XXI.

miércoles, 8 de abril de 2009

La Constituyente

La Constituyente
Julio Mariñez Rosario

El pueblo dominicano exige a voz alzada una Constituyente. Un parche mal colocado que responde a intereses parciales hará más daño a la sociedad que el remedio que pretende aplicar.
La Constituyente debe ser la expresión del pueblo que, de manera soberana, genere los cambios estructurales que la sociedad exige.
El pueblo constituido en Asamblea Nacional Constituyente, democráticamente elegida y con poder suficiente para decidir qué principios e instituciones extinguirá, ratificará, modificará o diseñará, bajo principios de general aceptación, como la preservación de la democracia y la instauración de un sistema de gobierno en el que se privilegie la justicia diáfana e igualitaria, el derecho a elegir y ser elegido, la orientación social de la actuación del Estado y principios que garanticen la libertad, la igualdad y la solidaridad entre los dominicanos y dominicanas.
La Constituyente viene a ser, en definitiva, la voluntad de un pueblo para organizar políticamente a la nación.
Establece las bases del pacto político y su expresión en la distribución de las ramas del poder público y sus relaciones con el ciudadano.
El pueblo es dueño de ese derecho, es titular del mismo y por tanto, al constituirse en poder constituyente soberano, es originario y tiene la potestad de refundar la república sobre bases de participación democrática.
De allí que el poder constituyente es originario. O sea, lo ejerce directamente o a través de representantes elegidos.
Pero, finalmente, mediante referéndum debe aprobar o rechazar lo actuado por sus representantes.
El poder constituyente es unitario, ya que abarca todos los poderes del Estado y establece el mecanismo de la división de los mismos y la formula de balance entre los poderes.
El poder constituyente es permanente, ya que es el pueblo accionando en función de la organización del Estado.
Así que debe garantizarse la viabilidad de su convocatoria cuando la situación lo amerite.
Es inalienable, en función de su origen y poder.
No puede ser manipulable ni permitir que elites liquiden su potestad de diseñar el Estado que amerite la sociedad.
De allí que los poderes constituidos, los que día a día dirigen la sociedad, tienen su base en el poder constituyente y los primeros no pueden ni limitarlo ni dotarle de una determinada configuración que imposibilite su potestad.
En el poder constituyente descansan todas las facultades y competencias constituidas y plasmada en la Constitución.
Pero esa Constitución no puede castrar al poder constituyente. El pueblo, la nación, sigue siendo el basamento de todo el andamiaje político, la fuente de toda la fuerza, no subordinanda nunca.
El poder constituyente originario parte de una revolución apoyada por la nación.
Tiene algunas limitaciones, aunque parezca contradictorio.
La idea del derecho natural esta fuera del ámbito del poder constituyente, por la sencilla razón de que los derechos fundamentales del hombre no pueden ser violentados por ningún poder. El principio de la división de poderes, asumido como dogma por el constitucionalismo liberal moderno, debe mantenerlo la Constitución producto de la Constituyente, ya que es la forma y manera de garantizar los principios de democracia y justicia social que son inherentes al derecho natural.
El principio de legitimidad está íntimamente ligado al de democracia como una naturaleza lógica de la misma. El pueblo debe tener una intervención, aunque sea representativa, y el objeto ha de ser una Constitución que instaure, sostenga o refuerce la democracia; el objeto de la Constituyente ha de ser una Constitución que sea realmente democrática y no un disfraz de autocracia, como ocurre hoy en día en algunos países sudamericanos.
Siempre hay la posibilidad de convocar el poder constituyente democrático y soberano.
Hoy el PLD le hace una trastada al pueblo y a la historia de República Dominicana imponiendo una reforma constitucional deficiente y hecha a la medida del presidente Fernández. El PRD tiene que fijarse como meta conquistar los espacios legislativos que permitan imponer la fuerza del pueblo y el justo derecho de reconstruir el aparato del Estado dominicano sobre la base de un poder constituyente democrático, soberano y orientado por principios de participación y justicia social.
Publicado en el Listín Diario, 08/04/2009

miércoles, 1 de abril de 2009

La Asamblea Revisora

La Asamblea Revisora
Julio Mariñez Rosario

La Asamblea Revisora, satanizada por Leonel Fernández durante el cuatrienio 2000-2004, y tomada ahora como arma estratégica para acomodar la posibilidad de su repostulación, en el año 2012, basándose en la debilidad por el desequilíbrio estructural de nuestro Congreso Nacional, aprovechándose la manera de aparcería sin requisito curricular, como son escogidos los legisladores del país, siendo así, en la Asamblea Nacional, el 82% lo representan los diputados y el 18% los senadores.
Esto significa claramente que esta asamblea la gobiernan mayoritariamente los diputados, ejerciendo su espíritu de cuerpo, con un real desequilibrio para un consenso parlamentario juicioso. De manera insolita, el trabajo lo harían; 210 asambleístas revisores para una agenda de 10 millones de ciudadanos.
¿Es justo pues, que en el marco de la debilidad institucional que tenemos en nuestro país, se pretenda hacer una nueva Constitución, en donde solo participen 210 ciudadanos(as) dominicanos(as) en vez de acogernos a una constituyente ya consensuada, en que se exprese la población dominicana entera?
Durante el cuatrienio 2000-2004 Leonel Fernández fue quien hizo de principal vocero del PLD, defendiendo la Reforma Constitucional a través de la Constituyente. Hoy iza la bandera de su conveniencia y la rechaza. El error cometido con la Reforma Constitucional anterior, no puede justificar, que la clase política siga hacia el despeñadero institucional, pensando en protección de los grupos y no en el País. Hipólito Mejía de manera franca y honorable, reconoció su traspié.
Todos conocemos los resultados de la “Alta Comisión de Juristas” que creó el Presidente Fernández para preparar un borrador de Reforma Constitucional, y que en consulta a la población, el 68% aprobó la Asamblea Constituyente.
El Presidente hizo caso omiso al borrador que le entregó la Alta Comisión de Juristas, con la modificación y adecuación de los 122 artículos de la actual Constitución, y en cambio, envió su borrador personal, que es una nueva Constitución con 245 artículos. En el contenido de esta Constitución el presidente Fernández propone hacerse un traje a la medida, para presentarse a la reelección nuevamente con un truco de cámaras y juego de espejos, en donde tanto: la clase política, la Alta Comisión de Juristas, los prospectos presidenciales del PLD, como los de la oposición, cree él, que somos neófitos ó mongólicos.
A partir del proyecto de la Constitución presentada por el Presidente Leonel Fernández, y aprobada por los legisladores del PLD, todas las violaciones, corrupción, inseguridad pública y abusos de poder, cometidos por el gobierno peledeísta hasta hoy, serán legalizadas por la aplanadora de Leonel y es pa¥lante que van.
Pero, ¿se quedará de brazos cruzados el liderazgo emergente, que espera oportunidad en la alternabilidad democrática del poder, en las diferentes formaciones políticas y sociales del pueblo dominicano? Lo dudo!!!