domingo, 3 de julio de 2011

¡QUE LA PROVIDENCIA OBRE!

Ver al Comandante Hugo Chávez Frías, golpeado por la terrible enfermedad que lo aqueja nos invita a reflexionar sobre lo causal en la vida. Hoy, a medida que el hombre amplía la frontera del conocimiento, se pone de bulto contradicciones que parecieran inescrutables y que solo la providencia explica en su momento.

Hace sólo un mes el presidente Chávez realizaba una gira por varios países de la América del Sur y se recreaba confiado, fuerte, orgulloso de sus logros en materia de influencia en la región. El triunfo de Ollanta Humala en Perú ratificaba su influencia en ascenso. De pronto, silencio total y tras varias semanas de expectativas, un Chávez disminuido físicamente, anuncia que ha sido sometido a par de intervenciones quirúrgicas y en una de ellas han extirpado un tumor con células cancerigenas.

En 1999 Chávez gana las elecciones en Venezuela y poco a poco va desarrollando una política basada en la confrontación y odio de clases, en vez de aprender de Felipe González y Luis Ignacio Lula desata, en cambio, los demonios del resentimiento social colocando a pobres contra clase media y ricos. Estatizaciones, invasiones de haciendas de todos los tamaños, incautación de fabricas, ocupación forzosa de desarrollos habitacionales, expropiación de plazas comerciales, en fin, toda una política orientada a reducir la clase propietaria y presentarse como redentor de los oprimidos, aunque el país deje de producir comida o manufacturas. Para eso hay dólares petroleros, para suplir la producción nacional con importaciones y los desempleos que se causan, son paliados con programas asistencialitas que también se financian con la renta petrolera.

La ciencia avanza a pasos agigantados y entre sus disciplinas la medicina. La mecánica cuántica, por ejemplo, afirma que hay 11 dimensiones y que existen Universos paralelos, la misma ciencia admite hoy en día estas probabilidades. Eso hace unos años era imposible de pensar. La psicología igualmente ha dado pasos firmes en descubrimientos que ayudan al ser humano en su desarrollo y calidad de vida. Hoy se afirma que los pensamientos hostiles descomponen el sistema nervioso cerebral, los sentimientos inarmónicos estremecen al gran simpático y las acciones disonantes molestan a los sistemas muscular y óseo.

Un presidente tiene atención médica permanente y de gran calidad. El diccionario de la Real Academia Española define somatizar como “transformar problemas psíquicos en síntomas orgánicos de manera involuntaria.” Me dice un especialista amigo que el caso de una persona que cabalga su vida sobre el potro del resentimiento tiende a sufrir depresiones y estas, a la larga, generan enfermedades terribles. Hay ejemplos pasados muy ilustrativos.

Sin pretender hacer comparaciones, pero me llama la atención la gran humildad y grandeza el caso de: Gandhi o de Nelson Mandela, quien estuvo preso 27 años para salir de la cárcel, llega a la presidencia de su país y, contrario a otros experimentos africanos, convocó a la paz y a la armonía. Hoy Mándela, con más de 90 años, disfruta de ver una Sudáfrica floreciente que se da el lujo de organizar una Copa Mundial de Fútbol.

Ojala, que la invocación que ha hecho “ Hugo Chávez a Jesucristo el Hijo de Dios,” lo rediman y que al regresar a su país, ejerza una democracia verdadera, no una comedia como ha ocurrido hasta ahora y que su reflexión lo lleve a ser un mejor hombre para Venezuela y para el mundo..

Julio Mariñez Rosario es Vicepresidente del Partido Revolucionario Dominicano


juliomarinezrosario@gmail.com

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