jueves, 4 de septiembre de 2008

La paradoja de Easterlin

La paradoja de Easterlin
Julio Mariñez Rosario


El profesor de la Universidad Southern de California, economista Richard Easterlin puso en circulación la llamada “paradoja de Easterlin” (1974); una teoría que aborda la relación entre el desarrollo económico de una nación y su nivel de felicidad. La conclusión es que el incremento productivo de una sociedad no hacen más felices a los miembros que la componen.

Explica, tras estudiar la evolución económica de los EEUU entre los años 1945 y 1974, que el aumento de riqueza no tiene una correlación directa con el crecimiento de los niveles de felicidad de la nación. Que a medida que se deja atrás la pobreza y sus implicaciones en términos de hambre, sed y frío, no se da un aumento equivalente en el nivel de felicidad en la población señalada. Esta teoría tiene amplia relación con la desarrollada por el politólogo Ronald Inglehart, de la Universidad de Michigan, quien estudio la tendencia de cambio cultural que resulta del crecimiento económico y la seguridad que ello implica. Inglehart fundamenta sus conclusiones en un ambicioso trabajo que se conoce como Encuesta Mundial de Valores.

Inglehart establece que una sociedad marcada por carencias es una sociedad “materialista” y orientada a valores individuales. Mientras que la sociedad “post-materialista” se fundamenta en ideas de autorrealización y participación. Evidentemente dos valores que resaltan en la tendencia son la educación y la profundización de la democracia.

Estos son dos temas álgidos en la sociedad dominicana, ya que la educación dominicana aun no prepara al conjunto de la sociedad y particularmente a la juventud, para afrontar los retos de un mundo complejo tanto por los niveles de requerimiento de conocimiento, como por la angustia que produce la exigencia de competir para lograr los escasos espacios donde poder lograr la autorrealización personal.

La democracia, el segundo valor, de idéntica manera muestra claras señales de retroceso al observar como se desvirtúan los procesos electorales con el abusivo gasto del erario público en favor de campañas partidarias, la planificada liquidación de los partidos políticos de oposición y el bloqueo sistemático de emprender una adecuada Reforma Constitucional que asimile creaciones de avanzada que haga de nuestra democracia una institución perfectible. De acuerdo a estos valores la República Dominicana, bajo este régimen de claro corte personalista y autoritario, se le hará muy difícil alcanzar niveles de autorrealización y democracia esenciales para dejar atrás definitivamente el nivel de atraso y de infelicidad que vivimos la mayoría de la población dominicana.
Publicado en el Listín Diario el día 04/09/2008

No hay comentarios.: